¿Estamos abusando de los botones «glossy»?

Abrid el navegador. Abrid cualquier página «nueva». ¿Qué veis?

Yo os lo digo: botones. Botones brillantes. Botones con reflejo. Botones que parecen plastificados, como si alguien hubiera derramado sirope encima de toda la web. Es la moda «glossy», el «efecto Aqua», la fiebre del reflejo.

Y tengo que decirlo ya: los odio.

No sé en qué momento decidimos que para que una web pareciera «moderna» o «Web 2.0» tenía que parecer un salpicadero de coche recién lavado. Es una epidemia. No hay un solo logo que no tenga su reflejo en un suelo imaginario. No hay un solo menú de navegación que no parezca un chicle.

¿De verdad esto es usabilidad? ¿Hacer que todo brille?

Estamos sacrificando la claridad por un efecto visual que ya cansa. Cansa muchísimo. Es un truco barato que grita «¡mira, soy nuevo!» pero que no aporta absolutamente nada. Es el equivalente web a ponerle neones a un coche.

No sé cuál es el futuro del diseño web, pero rezo para que sea más plano. Más limpio. Más basado en la tipografía y el contenido, y menos en parecer un catálogo de golosinas. Esto no puede durar.