James Cameron lo ha vuelto a hacer. (SI SOY MUUUUY FAN)
No sé cómo empezar este artículo. Llevo desde el viernes, día del estreno, intentando poner en orden mis ideas. Fui a verla en 3D con toda mi familia. Salimos en silencio. No un silencio incómodo, sino ese silencio de «¿qué demonios acabamos de ver?».
Tanto es así que volví a ir dos días después. Solo. Necesitaba comprobar que no había sido un espejismo.
Y no lo era.
Ya he leído por ahí la palabra «depresión post-Pandora». Suena a chiste, pero os juro que hay algo de eso. Sales del cine, te quitas las gafas 3D, miras el asfalto gris, los coches, la gente… y todo parece soso. Cutre. Te quieres volver a meter en ese mundo.
A ver, seamos claros y quitemos el elefante de la habitación. ¿Que la historia es ‘Pocahontas’? Sí. ¿Que es ‘Bailando con lobos’ con pitufos gigantes? También. ¿Que el guion es más simple que el mecanismo de un chupete y los malos son malos malísimos sin matices? Por supuesto. Lo compro todo.
Pero es que da igual.
Da igual, porque lo que hemos visto no es una película. Es otra cosa. Es una experiencia. Es el futuro.
Llevamos años aguantando un 3D que era una estafa. Un truco de feria para sacarnos el dinero, con cosas que «salen» de la pantalla de forma cutre. Y lo es. Lo que ha hecho Cameron aquí es usar el 3D no como un efecto, sino como una ventana. Una ventana a un mundo que ha creado desde cero y que tiene una profundidad y un nivel de detalle que no soy capaz de procesar.
No consigo entender cómo demonios lo han hecho. No es animación, no es imagen real. Es una mezcla de las dos cosas que es indistinguible. Los Na’vi están vivos. Pandora está viva.
Ver ‘Avatar’ en 2009 es como debió ser para nuestros abuelos ver la primera película en color. Es un salto tecnológico de tal calibre que la historia, que es simple (y tiene que serlo, para no distraer), es lo de menos.
Cameron no ha venido a contarnos una historia nueva. Ha venido a enseñarnos cómo se van a contar las historias a partir de ahora. Y ha ganado.
Nota del Iván de 2025 que esta haciendo la mudanza y creando las imágenes destacadas. Pido perdón por haberte hecho ver esta imagen mía como un Na’vi.
