Empecé a escribir en este blog un 26 de julio de 2005.
Veinte años. Lo escribo de nuevo porque me cuesta hacerme a la idea. Cuando echas la vista atrás, te das cuenta de toda la vida que ha pasado entre la primera entrada y esta. Supongo que hay algo absurdo en seguir manteniendo un blog personal en 2025, en un mundo de consumo rápido, vídeos cortos y ruido constante.
Pero para mí, esto siempre ha sido otra cosa. Un refugio. Un sitio donde intentar entender por qué me emocionan las cosas que me emocionan. Un lugar donde ser un poco «mitómano», como reconocía en aquella entrada sobre Carrie Fisher. Hay algo en llorar por alguien a quien no conoces que te conecta contigo mismo, y supongo que escribir aquí es un poco eso: conectar con ese yo al que, en el fondo, tampoco conozco tanto.
Y como los refugios a veces necesitan una mano de pintura o, en mi caso, un cambio de continente, he decidido mudarme otra vez. Es el tercer dominio en veinte años. Esta vez, el nuevo puerto es kotaraxia.com. He regalado el dominio ivansanmartin.com a mi homónimo ilustrador y compañero de colegio.
Ya sé que esto no lo lee nadie. Es, probablemente, un ejercicio casi exclusivamente personal. Un mensaje en una botella en un océano de redes sociales. Pero es mi botella.
No voy a perder nada por el camino. Todo sigue ahí. No tanto por nostalgia, sino como un ejercicio de arqueología personal. Como el que se reencuentra con esa cinta de VHS grabada de la tele, con sus fallos y sus acoples, y se reconoce en el chaval que la grabó. De hecho lo he mejorado, es como una edición remaster. La mayoría de enlaces e imágenes tenían enlaces rotos, así que los he actualizado. No me he traído todo. He dejado atrás cientos de entradas de las de aquella época que eran poco menos que tweets diciendo que habías visto algo o enlazado algo que habías visto en otro sitio. Pero a pesar de la limpieza sigue pareciendo mi casa.
Quiero dejar claro que este no es mi sitio «profesional». Para eso, para el currículum y las cosas serias, ya existe sanmartin.me. Allí está el adulto funcional que se gana la vida.
Kotaraxia es otra cosa. Es el rincón donde guardo los discos que me han marcado, las películas que me hicieron pensar y las ideas que no sabría dónde más colocar. Es la gramola del bar en la que siempre acabo poniendo la misma canción.
Así que nada. Bienvenidos a este nuevo rincón. Pasad, pero descalzaos, por favor. Estáis en casa.
