Ipod como complemento de Itunes

No ha pasado ni un año.

Lo repito: ni un solo año desde que desembalé mi flamante iPod blanco, y el producto ya ha sufrido tres cambios. Tres.

A pesar de estar contentísimo con el aparato (sigue siendo el mejor reproductor de música, de lejos), se me quedaba una cara de tonto impresionante cada pocos meses. Pensando que si hubiera esperado nueve meses, habría tenido el iPod con su pantallita en color. Esa es la ley implacable de la tecnología: siempre vas a comprar en el momento equivocado.

Pero ahora, por fin, Apple me ha librado de esa cruz.

Si en lugar de nueve meses hubiera esperado once, tendría la «obligación» moral de comprarme el nuevo iPod, el que reproduce vídeo. Y, francamente, no me hace demasiada gracia.

El iPod es un fenómeno mundial como reproductor de música porque mejoraba en todo a sus competidores con memoria flash, y barría en diseño y fama a los pocos que había con disco duro. Fue un golpe maestro.

Esta última jugada… es justo lo contrario. La posibilidad de reproducción de vídeo, tal y como la presentan, me parece un enorme atraso con respecto a sus competidores.

No hay más que haber tenido entre las manos una PSP de Sony, con esa pantalla que quita el hipo, para darte cuenta de que la experiencia en la pantalla del iPod debe ser decepcionante. Y escribo «debe» porque aún no he tenido uno nuevo en las manos, pero salta a la vista: ese tamaño de pantalla no va a mejorar tus dioptrías, precisamente. Hace unas semanas lo comentaba Minid en su blog, y ahora que he podido disfrutar un par de días de una PSP, no puedo estar más de acuerdo.

¿Por qué lo hacen, entonces? ¿Se ha vuelto loca Apple?

Quizá la estrategia de mejorar frecuentemente sus productos no siempre tenga intenciones claras, pero en este caso, yo sí la veo.

Tengo claro que esta «mejora» en el iPod no persigue más ventas de reproductores, ni un mejor posicionamiento en el (inexistente) mercado de reproductores de vídeo de bolsillo. No quieren competir con la PSP.

Lo que buscan es la posibilidad de añadir un nuevo servicio al Music Store. Vender vídeos. Vender series.

Y ahí es donde todo hace «clic». Hemos pasado, casi sin darnos cuenta, de la época en la que el iTunes Music Store era un complemento brillante del iPod, a un momento en el que el iPod es un mero instrumento. Un caballo de Troya para vender más productos en la tienda.

Supongo que es el fin de una era. El iPod ha dejado de ser el rey para convertirse en el vasallo.

(Nota del Iván de 2025 que está haciendo la mudanza) Me acabé comprando el iPod video y disfrutando de películas y series en el como todo el mundo.